domingo, 27 de diciembre de 2009

De libros...


Perdida en un buen libro


Se sentó, como cada tarde, en su sillón favorito. Una cálida manta cubriendo sus piernas, una taza de café en la mesilla y, sobre todo, un nuevo y maravilloso libro en el que sumergirse.


Perderse en un libro, esa era manera ideal de pasar una tarde.


Se arrellanó en su cómodo sillón amarillo, encogió sus piernas, se tapó con la manta, abrió el libro casi con anticipada emoción y comenzó a leer con fruición.


Se hundió rápidamente en la trama y se perdió en la historia... diez años más tarde, aún no ha logrado encontrar la salida del libro.



Libro en blanco


Su vida, pensaba, era, aún, un libro en blanco. Su vida, le constaba, estaba aún por escribir.


Había historias por descubrir, aventuras por vivir, cientos de caminos por explorar. Sí, su vida, meditaba con satisfacción, es un gran libro con todas sus páginas por rellenar de una extraordinaria biografía. Ella miraba ese libro aún por escribir y suspiraba de satisfacción y anticipación.


Lastimosamente, en lugar de tomar la pluma de su vida y salir en busca de todo aquello que deseaba escribir en el enorme volumen de su vida, se sentó a la espera de que llegara un gran escritor que la guiara y que, incluso, lo escribiera por ella.


Tristemente, al llegar a su última página, cuando ya faltaba muy poco para el punto final, se dio cuenta de que su libro permanecía, casi por entero, en blanco.


La frase


Alguien le dijo en cierta ocasión que, para estar completo, un hombre debería plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.


Aquella frase se le había grabado profundamente en su mente.


A la edad de sesenta años, Fabián había tenido no un hijo, sino nueve. Y había plantado no un árbol, sino una enorme huerta repleta de árboles frutales.


A pesar de todo lo conseguido, el bueno de Fabián, no se sentía todo lo feliz que debiera. La frase oída hacia tantos años aún martilleaba en su cabeza: aún le quedaba escribir un libro.


Desgraciadamente formar una familia y cuidar sus tierras le había ocupado tantísimo tiempo que no había dispuesto del suficiente como para aprender a escribir.


Mientras comenzaba a formar, lentamente y ayudado por el mayor de sus hijos, las cinco vocales, pensó que quizás aún tuviera tiempo para cumplir su último propósito.




12 comentarios:

  1. Seguro que lo tuvo Nanny. Seguro que tuvo tiempo de escribir ese libro.
    Aunque no lo parezca, el tiempo es muy largo.
    Hay tiempo para todo.
    A los sesenta, hay una vida que se acaba. La vida laboral.
    Pero hay otra que empieza. La nuestra. La que no tuvimos tiempo de vivir.

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  2. Ay... los libros.
    Qué poco, leo libros, últimamente.

    A ver si te gusta este video de publi:

    http://otralternativamas.blogspot.com/2009/12/me-gusta-este-anuncio.html

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  3. El primer relato, de final sublime. El segundo muy triste. El último...enternecedor.

    Los tres me han encantado! ^^

    1 besazo, guapa!

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  4. Yo a veces pienso al revés, que escribo tanto que me pierdo la vida. Un beso.

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  5. Plantar un arbol, escribir un libro y tener un hijo...qué tres cosas tan enriquecedoras para el ser humano...Besos NAnny Ogg y feliz Navidad

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  6. Si me dieran a eleir no se con de los tres relatos me qquedaria tan diferentes los tres pero que todos llegan al alma

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  7. Qué daño hacen las frases hechas. Pero, haga lo que haga, Fabián ya ha escrito su libro más que de sobra. Un beso y felices fiestas.

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  8. He comprado un precioso libro en blanco. Y no sé a qué dedicarlo.

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  9. Yo creo al igual que él, mi vida es un libro en blanco, que hay que editarlo/escribirlo. El tema es quién lo hará por mi, no es que no, pueda escribirlo, lo que pasá, sería un libro como un mural de ideas, que nunca terminaría.

    Mmh?... Raro o no?...
    Tal vez, si práctico más, puede que me resulte. Mientras tanto, te sigo leyendo, que es lo mas reconfortante al menos para mi.

    Cariños eternos Nanny!

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  10. Nanny preciosa, me paso por aquí para; además de ponerme al día (que ya era hora ¡¡¡vivan las vacaciones!!!)para desearte que empieces el año estrenando sonrisa o usando la misma que siempre que seguro es maravillooooooooosa, un beso enorme desde mi rincón pa tu cara linda.

    muuuuuuuuuuuuuuuacccckssss

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  11. Efectivamente, malo es tener el libro de la vida en blanco, pendiente de decisión de empezar a escribir. Pero peor es contar la vida de otro creyendo que es la nuestra propia. Excelente tu relato... remueve la conciencia.

    Y lo mismo digo del segundo. Ahondaría en tu mensaje: siempre se debe vivir como si la vida fuera a ser eterna. No para acomodarnos y retrasar siempre nuestros proyectos, sino para evitar que alguno se quede en el tintero creyendo que ya no hay tiempo.

    Nanny, querida amiga: mis mejores deseos para el próximo año, para ti y para todos tus seres queridos. Que sea un año bienaventurado.

    Un grandísimo abrazo.

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  12. ¡¡Qué bonitoooooooo!! Me ha gustado, me ha gustado y me ha gustado, sobre todo el último...

    Besotes guapísimaaaaaaaaa

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Yo ya he hablado demasiado, ahora te toca a ti...

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